En la “fiebre” de búsquedas  por otro modelo de gestión de los asuntos y problemas de la sociedad, “fiebre” que vivimos en nuestro  nuestro país desde julio de 2011, en las grandes movilizaciones en la Plaza Syntagma, así como en las plazas de otras ciudades, se fundó, la Organización Acciçon Alternativa para la Calidad de la Vida. Fue el período de la gran y multifacética crisis (económica, institucional, social, ecológica, política y moral), resultado de las políticas implementadas décadas antes, para servir a los intereses de varios grupos empresariales (griegos y extranjeros). Fue una crisis que el sistema de partidos no solo se mostró incapaz de manejar, sino que con la firma continua de memorandos la profundizó aún más, hasta que finalmente en 2015, por una vez más en la historia reciente, se impuso el control financiero internacional y la propiedad pública se nuestro país fue llevada a la gestión por los prestamistas extranjeros, durante 99 años, hasta 2114, a través de un fondo internacional, que se llama  “Superfondo”.

A causa de que nuestro pueblo vivía esta experiencia tanto  para la naturaleza coma la sociedad, confirmó, como se mencionó anteriormente, que el sistema de los partidos es incapaz de dar una solución y comenzó a darse cuenta de la necesidad de tomar sus destinos en sus propias manos, exigiendo su participación directa y decisiva en todas las  instituciones, donde se toman las decisiones. Las consignas de democracia directa y autogestión dominaron  todas las asambleas abiertas en las plazas, así como las grandes movilizaciones en todo el país.

En ese clima político, un grupo de amigos y compañeros competidores que participabamos en esas movilizaciones  competitivos y también las asambleas que fueron  celebraciones verdaderas de la democracia, tomaron la iniciativa de fundar la Organización Acción Alternativa para la Calidad de la Vida.

Las primeras reflexiones y discusiones, sobre los bienes comunes, la autogestión y la democracia directa.

Todos los que participamos en las primeras discusiones coincidimos en que la respuesta que todos los partidos políticos dieron en aquel momento y siguen dando, para enfrentar la crisis, fue el “desarrollo", verde u otro. Aseguraban, es decir, los ciudadanos  que el famoso “desarrollo" traería muchos puestos de trabajo y consecuente traería el “progreso” y la “prosperidad”. Pero nosotros estuvimos seguros  que esta solución no sólo no puede resolver los grandes problemas de destrucción de la naturaleza,  del empobrecimiento económico y la continua restricción de los derechos y libertades sociales, sino que agravaría estos problemas  aún más.

Por lo tanto, a causa de que creamos que la solución de los problemas no se puede encontrar por los representantes de los partidos, o por otros "representantes" y además no puede tener una perspectiva positiva, e influenciados por nuestra participación en las asambleas abiertas en las plazas, comenzamos a discutir en reuniones la creación de un nuevo tipo de colectividad. Un colectivo, en el que todos los que participemos, a través de procedimientos abiertos, organizaremos por un lado eventos, acciones y luchas tanto por la protección de nuestros bienes comunes (naturaleza, espacios libres, monumentos de la cultura y la historia) como por la defensa de los los derechos y los servicios sociales y, por otro lado, destacaremos la necesidad de la gestión de estos bienes comunes por los propios ciudadanos a través de instituciones autónomas, que ellos mismos crearán y funcionarán con democracia directa.

Nuestro objetivo era y es contribuir a hacerse, lo más claro posible, que los elementos de vital importancia para nuestra supervivencia, bienestar y calidad de vida (naturaleza y ecosistemas naturales, energía, agua, espacios abiertos, playas, bosques, monumentos históricos, creación artística, entretenimiento, educación, salud, transporte, derechos humanos y civiles, etc.) son bienes comunes y todos debemos defenderlos de la amenaza de su transformación en mercancías, que la brutalidad capitalista nos depara, y en por otro lado debemos administrarlos nosotros y no el estado que apoya su comercialización y su venta a empresas privadas.

Con estas reflexiones consideraciones en mente hemos decidido que la Acción Alternativa estará al servicio de los siguientes principios:

• El desarrollo económico de la sociedad debe orientarse a la satisfacción de las necesidades reales de la gente  ya la preservación de los recursos naturales del planeta.

• Las intervenciones en la naturaleza deben caracterizarse por el pleno respeto a los ecosistemas naturales (bosques, ríos, costas, mares), que son bienes públicos no negociables.

• Todas las personas tienen derecho a disfrutar gratuitamente de los servicios básicos que contribuyen decisivamente a la calidad de vida, tales como la salud, la educación, la seguridad social, la cultura y el deporte, que el Estado tiene la responsabilidad de garantizar.

• Ningúna ser humano puede ser superior o inferior por su color, origen, creencias políticas y religiosas o sexo.

 • Todos los ciudadanos tienen derecho a participar activamente e igualitariamente en la vida social y en la toma de las decisiones que les conciernen.

• La reivindicación de los objetivos de la Organización se hará por medios pacíficos.

Basándonosen estos principios, lucharemos por una sociedad socialmente y ambientalmente justa, porque solo una sociedad similar puede garantizar la calidad de nuestras vidas.